Presentación

¡Contemplad vuestra música!
Este es vuestro canto y cada uno de vosotros encontrará en él, entre lo que os he propuesto, todas las cosas que en apariencia habéis inventado o añadido.
J.R.R Tolkien

Ya desde la cuna, la voz de la madre, que es un arrullo, nos habla melodías para calmar el llanto, para hacernos sonreír o para mostrarnos el mundo. De las palabras, que son un murmullo, no comprendemos sino su música, el ritmo, las cadencias. Más tarde seremos nosotros mismos quienes jugamos con las palabras, las inventamos, las cantamos, las mezclamos y a través de ellas creamos nuevos mundos. Cantar es crear. Fue bajo esta premisa que la Escuela de Formación Musical de la Corporación Licania llevó a cabo el proyecto “Creanto: Aprendo EnCanto”. Una iniciativa que buscó articular la música a la enseñanza de diversas áreas curriculares a través de la creación musical colectiva.

A pesar de la importancia de la música en la creación y el aprendizaje, evidente en el uso extendido de rondas y canciones para la enseñanza de áreas tan diversas como las matemáticas o la lengua materna, la música no está articulada al currículo escolar en el contexto colombiano. Poco queda de las bandas marciales, las bandas sinfónicas, las tunas, los coros y las estudiantinas que promovían antaño las escuelas públicas. Esto hace que la oferta de formación musical sea limitada para los estudiantes, quienes ahora deben remitirse a procesos centralizados en academias privadas, casas de la cultura y entidades independientes.

Buscando satisfacer esta necesidad, desde hace cuatro años la Escuela de Formación Musical de la Corporación Licania viene desarrollando procesos de formación musical en el municipio de Marinilla. La experiencia de nuestros docentes, especialmente la experiencia de la docente Vanessa Marín en la iniciación musical con niños y niñas permitió la exploración de metodologías novedosas que van más allá del aprendizaje de conceptos y un repertorio ya establecido, y que vinculan a los alumnos a procesos de experimentación y creación colectiva (Marín, 2019). Buscando llevar la concepción de una educación musical orientada a la creación, en el 2021 llevamos a cabo “Creanto: Aprendo EnCanto”, como una forma de articular la música y la creación a diferentes áreas del currículo escolar en instituciones educativas del municipio de Marinilla.

En este proyecto docentes del municipio de Marinilla participaron en talleres donde exploraron herramientas musicales para la enseñanza como 1) el ritmo y su uso creativo en el aprendizaje, 2) la técnica vocal para la voz hablada y cantada, 3) la creación musical como metodología de enseñanza, 4) el cuerpo como instrumento musical, 5) los instrumentos musicales no convencionales, 6) la improvisación literaria y musical, y 7) la expresión corporal. Durante este proceso, cada docente planteó un proyecto de aula que vinculaba la música a otras áreas del conocimiento a través de un proceso de creación colectiva con sus estudiantes. Seis de estos proyectos fueron seleccionados para ser acompañados por docentes de música de la Corporación Licania durante la implementación del proyecto y el proceso de creación.

Este cancionero recopila las experiencias y creaciones de los docentes participantes en este proyecto. Es por esto que este material se constituye en una colección diversa que colecciona las voces de maestros y estudiantes que nos hablan de temas que son importantes para ellos. De este modo, cada una de estas creaciones es particular: “Sembrando están” es una canción dedicada a los campesinos de la vereda Yarumos; “El corazón del sapo” es la musicalización de un cuento creado por los estudiantes de la vereda Chocho Mayo; “La ronda matemática” presenta una serie de rimas y mnemotecnias para recordar conceptos matemáticos; “Don tentáculos Moraleja” presenta a un personaje que motiva a los niños a moverse y expresarse a través de la música; “Sé feliz” es una invitación a los estudiantes a compartir y a disfrutar con los demás; finalmente, “El zorro zeta” es un animal que con juegos de palabras busca familiarizar a los estudiantes con la letra Z.

Cada una de las canciones está acompañada de una ilustración, una presentación de la experiencia de creación colectiva y la transcripción musical de la canción creada. Presentamos estas creaciones no como una receta para ser replicada en el aula, sino como una experiencia que puede inspirar y brindar herramientas para usar la música y la creación colectiva como un elemento más en el repertorio de docentes de diferentes contextos educativos.